1 sept 2019

Reserva ecológica



Desde adentro percibí aquel contraste como una farsa ridícula
pero al salir la verdad me heló las uñas.
La ciudad es la reserva de especies muertas.

 Ilustración de Sebastián Cattan

10 mar 2019

4

Aparente
esta tarde primaveral llena de amarillo
tranquila como domingo a la siesta
inofensiva en comparación a otras
pero resulta que es otoño y miércoles
y a la flaca de ojos rítmicos le roban a la vuelta su decisión de ganar así dinero para gastarlo en la vida,
y el barbudo con canas en la barba se amanece en su colchón viendo cómo los guardianes del jardín desmoronan su puente colgante de cartón y vino claro para olvidar la vida
aparente
como el humo eléctrico del cigarro
el rubio de la mujer hamacándose
para la foto
la silla divina cementada al piso
aparente
casi de arena
como mis ganas de quedarme quieta
justo ahora que el sol se va a iluminar la vida de quienes están del otro lado del planeta
pienso en ellas con envidia de mariposa
la oscuridad rebota en el cristal y me nombra
la luna ansiosa destila y mancha mi ropa   
una estrella se fuga a mi espejo prometiendo ser la última ficha para conseguirlo todo
entonces
hago el mismo recorrido que hace años
delineador
rimel
rouge
hago de mi cuello una rampa con arrojo de lavanda
y de mi forma de mirar, un imán
aparente
convoco cuando fumo de mi planta, a la magia
es hoy
y salgo, tarde como siempre
hago de mi paso un aullido
la noche me espera
acodada al vino tinto
al fondo de la barra
en la cueva
entre
la silla y el escenario
buceando la ciudad que es de los balcones,
las locas, las buscas, las solas
con los bolsillos hinchados de herramientas
y ganas
igual no alcanza
no llego con los sueltos
lidiar con el idioma agobia
me duelen los callos en la garganta y el metatarso
llueve, otra vez.
No es hoy
aparentemente.
Vuelvo
invento una canción para la intuición desorientada
y cuento charcos que se acumulan bajo faroles
siete  
y con la calma ya en la casa
gozo de mí

que soy la noche, la magia y el bosque

2 dic 2018

Como barrilete




Ilustración Vero La China
Merlina lleva meses uniendo retazos de tela y lana que recolecta en lencerías, en casas de abuelas de amigos o de ropa que ya no usa y los anuda hasta lograr una única cuerda hecha con diferentes colores, texturas e historias. Ya tiene hechas 2 cuadras, es decir, 200 metros. Hoy con el permiso del encargado subió a la terraza de la torre más alta de la ciudad y a la tapa del tanque de agua de la torre más alta de la ciudad, para estar ella más alta, más cerca. Sentada en indio traza líneas imaginarias verticales y transversales de un mapa cósmico, mapa creado por ella, que sirve para calcular cuántos metros de cuerda le faltan para llegar al sol. Concentra la mirada, achina los ojos, mide
- faltan 8 cuadras, afirma, para lograr unir el extremo de su cuerda a un rayo de sol. No para atarlo, no para bajarlo, mucho menos apagarlo, Merlina quiere tener el sol como barrilete, así todas sus actividades se convierten en su favorita, adora sentir como las chispitas de calor le chisporrotean la piel. ¿Y a la noche? ¿Qué harás en la no- che Merlina? ¿Tironear de la cuerda?
- ¡No! A la noche descansaré y tomaré cuidados ba- ños de luna, pero sé que sigo unida y no atada a mi barrilete. Por el contrario voy a dejar que él tironee de uno de mis brazos o de mis párpados si no le hago caso y queo como perro decida con lengüetazos de luz y calor cuándo sacarme de la cama. Asumo que me dejará remolonear un poco más las mañanas de lluvia y frío.
Hoy, incontables días después de aquella primera vez, Merlina vuelve a subir, ahora con el permiso del nuevo encargado, a la terraza de la torre más alta de la ciu- dad. Por buena fortuna el tanque está en el mismo lugar y su cuerda de retazos ya tiene los 1000 metros necesarios. Antes de emprender el viaje se pone las antiparras, también creadas por ella, protectoras de la inmensa magnitud de los rayos ultravioletas, y sujeta de una de las manijas del tanque el arnés que lleva en la cintura por cualquier inconveniente que pueda surgir a mitad de camino. Vale aclarar que Merlina no sólo es precavida y romántica, también le teme profundamente a las alturas.
Ya está lista, atenta frente a su mapa cósmico. Con sumo cuidado da el primer paso sobre una de las líneas con el pie derecho, después el izquierdo, derecho, izquierdo, derecho izquierdo, derecho izquierdo... un vientito... se tambalea... lo importante es no mirar abajo... y respirar. Retoma el paso, derecho izquierdo, derecho izquierdo, cien- tos de pasos hacia adentro, derecho izquierdo, derecho
- ¿un pájaro?
Sí, un hermoso pájaro que se posa sobre la misma línea por la que camina Merlina y que la mira como ningún pájaro la había visto. ¿La habría visto un pájaro alguna vez?¿Ella se había dejado ver?
En ese intervalo del mundo en el que las miradas de dos se detienen a verse, Merlina se pierde en el brillo azulado de las plumas, son tan brillantes que se le vuel- ven luz, son tan luminosas que se hacen claridad, son tan tan tan claras que se vuelven transparentes, plumas tras- parentes que le dejan ver la total libertad en un cuerpo así de pequeño y el olor...
- es como el de la lana secada al sol, piensa
Si es verdad que el amor nada tiene que ver con formas ni fórmulas, con tamaños ni géneros, con tiem- po ni fronteras, con nombres ni edad, eso que ellos dos sintieron en lo profundo del cielo, eso, fue amor. Y así de enamorado el pájaro veloz se acerca a la oreja de Merlina
- tus brazos son alas inmensas, tu pelo el plumaje más extraño y bello que vi y tu pico ancho y carnoso es como néctar, dulce...¿querés volar conmigo?
En ese instante Merlina conoce la furia de la tempestad, siente cómo las olas del mar rompen en su pecho y la estrellan contra el medio del universo. Esas palabras suenan como truenos, quiere, pero no sabe, no entiende, no puede, quiere pero
- me encantaría volar con vos pero mi sol me está esperando, ojalá nos crucemos en otro vuelo o en la copa de la casa del árbol.
El pájaro era colibrí. Nunca había sentido tantos deseos de volar hacia atrás como ahora, ojalá no hubiera dicho ni una de esas palabras. Entonces batió fuerte sus alas y con un solo impulso se lanzó a la libertad del celeste, impulso que hizo temblar la línea camino de Merlina que ahora siente el verdadero vértigo de caer, pero lo más importante es no mirar abajo, mucho menos atrás y respirar.
Después de muchos pasos empieza a sentir el calor resplandeciéndole la cara, hasta que por fin, ahí está, la gran bola de fuego en sus manos. Rápido une el extremo de su cuerda que es resistente al calor a la punta del rayo de sol más largo, es probable que sea el rayo más viejo. Refuerza el nudo y tomada de la cuerda se lanza en culí patín por una de las líneas.
- las vueltas son siempre más rápidas, piensa mientras cae.
Y de pronto, plaf, ya está de nuevo en la tapa del tanque de la terraza de la torre más alta de la ciudad.

¿Querés volar conmigo?
¿Querés volar conmigo?


¿Querés volar...
conmigo?
Con el verano llegan las vacaciones y esas palabras todavía resuenan en la cabeza de Merlina que está paseando por los pastos del parque Avellaneda remontando el sol, un barrilete.

23 nov 2018

Mujer arcilla

   
Ilustración Pablo Mar


Tras el último intento fracasado, voy a cumplir con lo dicho.
La mañana vislumbrará un día tranquilo, nublado pero no del todo gris, tendrá reflejos canela por la contundencia del otoño y de la humedad que lo espesará todo. Soñolienta la mañana, con el río todavía alto, el paisaje vivo y el biguá, puedo verlo, el biguá sacudiendo sus plumas solitario y altivo, mientras algún vecino cocinará el pan amaneciendo mi apetito, entonces entraré a la casa para comer algo rico, lo más rico que haya, no voy a ir a la tienda para no demorarme con nada ni nadie. Después voy a raparme, algo así como un desmalezamiento del terreno, para que no se enrede el pelo con las antiparras que intuyo están junto con la malla enteriza en una de las cajas llenas de cosas que nunca me animé a tirar. Y cuando esté lista, tomando suficiente carrera voy a saltar del muelle al río. Y voy a nadar. Nadar hasta que me canse, hacer la plancha, dejarme llevar por la corriente y cuando me sienta fuerte retomar el nado, así una y otra vez hasta que el hambre o el frío me sucumban y justo ahí, cuando crea o sienta que ya no quiero más, volverlo a intentar, una vez más, una última vez, como lo hice con vos hasta hoy. Estaré agotada, con los pulmones sin espacio y las extremidades entumecidas, por eso no tendré reproches para 30 los peces si las mordisquean ni para las embarcaciones si me arrastran. Y si algún desalmado me encuentra y por su tranquilidad mental simula salvarme, voy a lanzarle toda el agua sucia que haya tragado en mis propios intentos iracundos de no perder y con voz de muerte y hojas de sauce voy a escupir, soltame, dejame vivir.
Ya no podrá el agua sostener el peso de mi cuerpo hinchado, recién ahí voy a hundirme, disolverme y entre el suelo arcilloso del río, desaparecer.

Alguna tarde, tus manos, resecas por el paso de los años y el trabajo, intentarán levantar sobre el torno esa misma pieza que siempre levantan, sin lograrlo ¡Oh, el fracaso! Y las vasijas bizcochadas, incapaces de ser, van a quebrarse cuando en el aire relinche mi voz estrangulada. Ha de abrigarte entonces una pena tan profunda que pareciera no pertenecerte, sin embargo tus manos…renunciarán sumergidas en arcilla blanda. Y subirá el agua y destrozará el muelle. Allí mismo crecerá una araucaria.

13 nov 2018

Todas putas


Acá somos todas putas
Yo me siento en otro escalón lleno de meo y pollos y colillas de cigarro y mucho olor a cerveza pegada seca añeja y acostumbrada, y abro la ventana a la fresca verdad paralela donde somos nosotras la jauría al acecho del lobezno tonto que va y viene como si no fuera, exóticas como el pedazo de sol en la pared roja muerta, aburridas entre la mediocre propuesta del macho alfa, como adoquín firme estamos, como entre amigas compañeras rescates, riendo fumamos, fumando combatimos, combatiendo escupimos cáscaras de girasol porque este pedazo de calle es nuestra y yo que soy la nueva fumo como bienvenida de la pipa de agua caliente y me hago visible entre tanto por la ausencia de glamour y cicatrices en la máscara. Cerca, un lobezno encorvado huele la carne de conejillo, sus uñas gotean baba con nicotina y su aliento es de hielo, también va y viene como si no fuera
- Hola, dice y simula
- Hola
- ¿Trabajas acá?
- No, no qué va, no no, digo y repito
- Perdona
- No no no, sigo diciendo y me avergüenzo de negar que me siento protegida, y fiera - bueno tampoco tanto así el no, sólo no, me retractó
- ¿Si o no?
- No

- Perdona

- Deu

Junto mis petates dispersos y antes de pararme y llevar de paseo pegado en las nalgas al polvo acuoso del escalón, entorno la ventana. Atrás queda la manada. La más flaca es la más vieja, atenta de mí sobre tacones luminosos se ríe salpicando humo y semillas.

Acá somos todas putas









El Raval
Barcelona

x

7 nov 2018

Tortugas en la cama


La tristeza de ahora me ahoga la mirada

que creyó estar más viva cuando se perdió en la expansión de la tuya

lloro porque conocí al rayo que te estaquea los pies en medio del patio
y se lleva el corazón de paseo como si lo estuviera llevando la muerte
lloro porque todos los festines que quisiera darte quedaron cubiertos de polvo
entre los dientes
retenido el impulso de lamerte con la mano
chapotear en tu celeste
alimentar con mi polen las grietas de tu sonrisa  callejera de libros
lloro de lástima por mi ego incansablemente herido
porque me enamore antes de saber si me gustaría conocerte
en un impulso te amé, como perro a su pelota,
con las ganas de correr y sacarte del mar entre mis colmillos
y hacerte cosquillas en la arena solo por verte reír
provocarte la risa para que escapen las pecas de entre tus cachetes
lloro porque no tengo chance ni tiempo de destejer el nudo
que creció en mi lengua al escucharte narrar el poemario de la sirena
lloro porque me niego a simularte mi caudal
prefiero llenar de tortugas mi cama
antes de abandonar la ilusión de la proximidad de tu pecho de poco pelo a mi corazón
que se sale
(si tan solo pusieras tu mano)
del deseo de estar recostado en tu hombro al momento antes de dormir
para cuidar de tus espasmos y escuchar como tragas desarmado saliva.

28 oct 2018

Escorpio





El mago abrió las compuertas y los huecos rebasaron de agua embriagada
blanda como la hoja al tallo
serena como el silencio al cerro
clara
así el agua recorre mi cuerpo atravesado por la magia







Flores
Ciudad de Buenos Aires





lustración: Juan Manuel Wolcoff


27 oct 2018

Se las ve bien contentas


Todo el rato pidiendo encontrarte espacio
         
      espacio

                       espacio



                                              y
                                  cuando apareces





                     quiero
                        quedarme
                                  acá


           conmigo
           conmigo
           conmigo
la miel del mate está justa
la luz es la que queda del sol
el escote está fresco gracias al aire, también justo,
esto me lo cuentan las hojas de la tomatera
se las ve bien contentas
a las hojas de la tomatera…
        Mi ingle agradece esta nueva posición
         - g r o o o k h -
        se abrió
       también mi corazón…

Y calle abajo las voces con distinguidos trajes, también,  
          conmigo






Palma de Mallorca
Islas Baleares




22 oct 2018

En caramelos

Menos, de todo un poco menos. Está buena la intensidad sí, pero basta sólo con ella. No es necesaria la pomposidad del sentimiento. Menos, que el cuento sea como un verso y el frío polar un fin de febrero. Menos hermano menos, que el miedo es veneno que te venden en un todo suelto, menos, tranquilo, que lo mismo mañana no vas a saber qué hacer con eso y de nada sirve el croquis en holograma que picotea entre mascullos al cerebro, menos, menos, que aún no hubo quién devele un solo misterio del universo y todo pasó y sigue y seguirá siendo. Menos, que tu vieja no es tu mochila, que tu mochila sea de besos, que tu perro no es tu hijo, que tu hijo no es un premio, que el premio sean sus grandes muertes tras vivir con gozo y sin costo ¡Me salió gratis! festejó el niño después de pedir al quiosquero, deme todo esto en caramelos. Menos, que la vida es un regalo hermano y es el de todos y son los regalos los que nos cambian, no nosotros a ellos. Menos, menos, que son blanditas las manos pa sostener tanto peso, menos, que el todo se pasa en un rato y no todos los abrazos tienen que ser eternos. Menos, menos, menos alma mía que la pretensión en las palabras no hacen a lo bello, que lo bello sea todavía siempre menos.


17 oct 2018

Es él


Arde el atardecer
lento
opaco
avanza el rugido en el cielo
el verde huele a verde
fresco
pero no me salva del dolor siniestro
estoy vacía
sin palabras siquiera descriptivas
es él
es él
es él
por fin gritaron como balas en el aire las ramas enredadas a tu cuerpo lleno de agua
a ellas exigieron encubierto y macabro silencio  
es él
es él
agitó el río la tormenta en sus entrañas atragantada  
a la misma hora en que supo sin escrúpulos
que eso ahí puesto
que eso ahí tirado
que eso ahí manipulado
había sido tu vida
tu vidita revolucionaria.
Con tu nombre entre las cuerdas y nuestra luz chamusca de triste existencia  
marchamos gritando presente
ahora y siempre
ahora y siempre
con el grito ventoso de este abrazo hermano
el cielo, espejo del pantano, convirtió sus piedras de hielo seco en estrellas suaves.
Así estás ahora y para siempre Santiago, en nosotres titilando.



El delta
Buenos Aires

13 oct 2018

Y salir corriendo

¿qué sería de nosotras si fuésemos enemigas?
¿qué de mí, si por nada del mundo me dejaras ganar esta absurda batalla cuerpo a cuerpo incluso cuando rendirte y alejarte fuera tu mayor anhelo?
¿cuán diferente nuestra verdad si fuésemos hermanas?
¿te seguirías permitiendo ver mi dolor?
sin embargo yo te regalo mi día, mi siesta y mi masturbación
te convido cuerpo y alma, no así la razón que insiste en idear un plan para soltarte
te recito recuerdos, te canto proyectos, te cosifico mis sueños, aún así te emperras en verme envejecer, en acompañarme a morir
¿qué sería de mi piel despegada de tu sombra?
¿qué del brillo de mis ojos si no te vieran en el reflejo?
¿qué de esta voz seca cuando te nombre?
¿qué de estas manos creativas por tu estímulo?
¿qué de mis pies fríos por abrazarte en noches en que deberías, por nuestro bien, no estar?
¿qué de este espíritu incrédulo si se aventurara a perder?
¿qué de vos, si yo despreciara tanta compañía?
¿estaríamos más solas?
¡basta para mí! ¡basta para todos!
te escucho escondida en los cajones, en el polvo de los zócalos, atrás de las cortinas
cuento hasta cien para darme vuelta y no encontrar tu huella
pero abajo del libro, en las canciones, entre las máscaras, embalsamada, te redescubro acechante
te dedico este desvelo
y entre el humo del último cigarrillo elijo esconderme
¡piedra libre para mí!
y salir corriendo...










Villa Crespo
Ciudad de Buenos Aires

10 oct 2018

Un hipótesis

Ilustración Lucila Aberastain Oro
Libro. Palabras Renacuajas



La libertad es…
quitarme el techo de lana
arrancar el pañuelo que me cubre el cuello
desabrocharme el botón a la altura del plexo
bajar el cierre que encierra mi centro
desatar los cordones que me anudan los pies
y no tener frío
y que sea invierno.


9 oct 2018

No está sola


Noche
estoy habitándote
y espero la luz de la mañana
oscura de plata
misteriosa
de ruido vitales y silencio de lo cosificado
de lobos, profunda
inquietante de fantasmas
grillos luciérnagas ratas búhos muertos estrellas
el mar el sueño el sexo el vicio
la soledad,
que reniega de sí y crece
no es miedo, es la soledad de la noche que sé, no está sola.
Noche
estoy habitándome
escribo para traspasar el espanto de tu negrura
con los pies descalzos sobre el campo
la fresca espesa
abruma
no ver qué hay más allá de la silla
todo suena y no tiene cara
no es miedo, es la soledad de la noche que abruma
que reniega de sí y sonríe
falta menos para el cantar del sol.





Selva, Islas Baleares
31 de agosto 2018