8 oct 2018

Canaletas al infinito


Desde que llegaste y te sentaste ahí
no puedo dejar de mirar el rombo canela que es tu espalda
liso sano suave
un olor a caramelo
canaletas al infinito
pasadizos internos a los músculos miel de tu espalda sempiterna
admiro la desconocida tela que te enmarca
lato con tu respiración
ese insospechado aire que entra y sale por la ya amada piel de cachorro
sí, siento que te amo inexplorado estar
que podría ya zambullirme en las grietas de tu esternón
sin acuso de la humedad ni los tambores
sin bicicletas ni vendedores
no hay moscas tampoco nombres
sí, amo la afelpada tez que recubre tu lomo
sé que vino a captar mi atención
tu espalda respira la mía; la sigilosa espía
y no quiero dejar de verla
quiero poder dibujarla cuando por fin desaparezcas alma que me busca
dibujarla cada vez que necesite fusionarla con la mía
entonces repito, ensayo, las tres o cuatro posibilidades de atravesar este pastoso campo de tensión que nos magnetiza
son unos diez, doce pasos, no más
Ilustración Pablo Mar
Libro Palabras Renacuajas
me  proyecto interceptando el aire
estoy yendo hacia vos espalda amada
sin importar miradas ni balbuceos 
no hay posesión ni peligro
tampoco juicio

¿y ella?

(tiempo)

el ensueño se desvanece
ella liviana y polémica como la menta
se chorrea en un abrazo manchando tu espalda con acuarelas
vos sonreís
ahora te envuelven más colores que el canela
con las orejas caídas me doy la vuelta al perro
y aunque el pecho pique por la sarna
celebro lo inasible
el idilio eterno
porque me quedo con la humedad de tu lengua 
a reinventar mil veces en los renglones del cuaderno
me retiro vencida de esta seducción muy malograda
no sin antes declararte
que desde que te sentaste ahí
no pude dejar de mirar tu espalda.


Parque Centenario
Ciudad Auntónoma de Buenos Aires

No hay comentarios.:

Publicar un comentario